
Las
referencias más antiguas a la devoción de Jesús Nazareno en Guadix, se remontan
al último tercio del siglo XVI, en la ermita de San Sebastián, como atestiguan
varios documentos e inventarios de la misma, la cual se encontraba extramuros
de la ciudad.
La
Hermandad de Esclavitud de Jesús Nazareno sería erigida años después en la
iglesia parroquial del Señor Santiago en el año de 1625, siendo Sumo Pontífice
Urbano VIII y obispo de la sede accitana, Fray Juan de Araoz y Díaz. Las
constituciones de la hermandad fueron aprobadas por el Excmo. y Rvdmo. Sr.
Obispo don Juan de Villacé Vozmediano y García el 24 de abril de 1695.
La idea
principal de los fundadores era «...sacar en salida procesional la imagen
de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la procesión del Viernes Santo por la
mañana, antes de rayar el alba...». Y denominarla por siempre bajo el título
de: «Humildísima Hermandad de Esclavitud de Jesús Nazareno». Ésta saldría
antes de rayar el alba y sus cofrades acudirían al desfile provistos de una
túnica morada y capirote del mismo color, similar al de la túnica del titular,
así como con un cordón de esparto con nudos para la cintura y otro cordón para
el cuello. Las insignias eran portadas por los hermanos mayores.
En
las constituciones se recogía la posibilidad de que las religiosas de clausura
de Santa Clara y las Concepcionistas se incorporaran en calidad de hermanas,
siempre y cuando pagasen los seis reales anuales preceptivos.
La
túnica y ajuar de la imagen (diadema de plata, banderola, estandarte, etc.)
eran custodiadas por doña Juana Brasa de Boroa y Molina. Esta
devota, además, estaba comisionada de por vida para
vestir y arreglar la imagen, al mismo tiempo que sufragaba todos los gastos procesionales.
Una vez fallecida, el ajuar se depositó para su custodia en
el convento de Santa Clara.
La
Hermandad de Jesús Nazareno es la más antigua de la parroquia, como se puede
apreciar al ocupar de siempre la primera capilla a la izquierda de la planta y
derecha del Santísimo. Así como por contar con su imagen en la demanda que era
utilizada por las diferentes hermandades de Santiago, para pedir con ella las
colectas; dicha demanda es propiedad de la Hermandad.
En un
primer momento estaba prohibido pedir dinero durante los desfiles
procesionales. Posteriormente se concedió licencia para que se hiciera por
parroquias, y para ello utilizarían "la insignia que pudiera parecer más
devota", por lo que las cofradías asentadas en Santiago eligieron la taza
e insignia de Jesús Nazareno, que además era la más antigua. Esta insignia
o demanda es la relacionada con el Furruñique, pequeña talla en miniatura que
sigue utilizando la cofradía para pedir tanto en la Estación Penitencial como
en el Quinario de Jesús Nazareno. La imagen y demanda quedaron indemnes en la
Guerra Civil, gracias a N.H.D. Julio Fernández Lizana, quien la conservó y
restituyó a la hermandad, una vez terminada la contienda civil. En los años 60
del pasado siglo XX, nuestros hermanos don Francisco Hidalgo Rosillo y don
Ramón Torrecillas Aguilera, sufragaron la restauración de la pequeña Imagen y
la enriquecieron con una nueva túnica de terciopelo bordada en oro a realce por
las Monjas Dominicas de Huéscar.
¿Por qué "El Llavero"?
La
cofradía se denomina "El Llavero" por los acontecimientos ocurridos
en el convento de las Clarisas durante la Guerra de la Independencia, año 1810.
Según la tradición, cuando las tropas francesas llegan a Guadix y pretenden
montar el cuartel general en el convento.
"Ante
el temor que invadió a estas religiosas..., la Abadesa sor luisa se dirigió a
la comunidad diciéndoles: la que tenga valor que me siga, y mirando a la imagen
que había sacado al vestíbulo de la puerta central, dijo: Señor, aquí tienes
las llaves, guárdanos". Le confiaron las llaves del convento
colocándoselas entre sus manos, y abrieron la puerta ante la insistencia de las
tropas francesas (...).
La
presencia de la imagen les hizo retroceder. El general que las mandaba,
solicitaba un vaso de agua de la fuente mientras les informaba de sus
intenciones para alojar sus tropas en el convento, diciéndoles: "vosotras
quedaréis arriba y nosotros abajo", a lo que respondió la abadesa:
"nosotras, señor, nos vamos, y ustedes se quedan". Al beber el
general el vaso de agua que tenía en sus manos, comenzó a echar espumarajos por
la boca, estrellando a su vez el vaso contra la primera columna del patio, al
tiempo que retrocedía. Acto seguido comandó de nuevo sus tropas sin detenerse
hasta Diezma, donde comentó: "ninguna batalla me ha causado tanto terror
como la conventona grande de Guadix."
En
Cabildo General de Hermanos acaecido en 1980, N.H.D. Antonio Herrera Mesa
secretario primero de la Hermandad, propuso la idea de que nuestra Hermandad
rememorara la imposición de las llaves en recuerdo de los acontecimientos
ocurridos en el Convento de las Clarisas durante la Guerra de la Independencia,
en el año de 1810. Así como poner el sobrenombre de “El Llavero” a Jesús
Nazareno. El primer hermano que impuso las llaves fue N.H.D. Miguel Ochoa
Palenzuela, delegado por el entonces hermano mayor don Juan de Dios Carrillo
Jiménez.
Sucesos acaecidos durante la II
República y Guerra Civil Española
En los
años convulsos de la II República ante el escaso número de cofrades y para
revitalizar la Hermandad se decide incorporar en la Estación de Penitencia a
Jesús Nazareno “El Llavero”, tal y como se recoge en la revista decenal
"El Corregidor" en 1934.
Hemos de
decir que había dos imágenes de Jesús con la cruz a cuestas. Una la de la
Hermandad que, según don Eduardo García testigo presencial, era más antigua que
la que había en el coro bajo del Convento. En dicho coro bajo estaba la talla
denominada “El Llavero” y pertenecía a la comunidad Clarisa.
La
Guerra Civil también incidiría de forma negativa. Se perdieron para siempre las
dos imágenes. La de la Hermandad fue tirada desde su camarín al suelo de la
iglesia y fue quemada en una pira en la plaza de Santiago junto con más
imágenes, retablos y cuadros. Y la antigua imagen del "Llavero" fue
arrojada al patio del convento desde la segunda planta, pudiéndose conservar la
túnica que llevaba puesta, que fue bordada en la última década del siglo XIX
por la clarisa sor Sacramento Rabaneda, cuyo importe lo había sufragado la
devota María Lozano.
Reorganización de la hermandad
Finalizada
la contienda civil, un grupo de antiguos hermanos, encabezados por N.H.D.
Antonio Ochoa Varón, dirige una carta al cura párroco para poner en marcha la
hermandad, recoger los enseres dispersos entre los hermanos y encargar una
nueva imagen. Con el visto bueno de la autoridad eclesiástica se procede a la
reorganización de la hermandad. Se comienzan a dar los pasos y se encarga una
nueva imagen de Jesús Nazareno, ésta fue encargada en Valencia al maestro e
imaginero don José Díes López. La imagen fue entregada a la Hermandad a
mediados del mes de diciembre de 1949.
La
hermandad saldrá a la calle por primera vez en la mañana del Viernes Santo del
24 de marzo de 1951. La imagen de Jesús Nazareno fue portada en las andas de
nuestro Patrón San Torcuato. Paulatinamente, la junta de gobierno fue
aumentando el ajuar de la cofradía: cruz de guía, faroles, varas de mando y
paso procesional que fue realizado por artistas locales, costando 3.500 pesetas
de los años 50 del pasado siglo XX.
En la
posguerra se mantiene la tradición de liberar un preso de la cárcel, pero se
romperá al ser suprimida ésta en los años sesenta. También se perderá la
tradicional procesión del mes de mayo. Todo esto fue fruto de una etapa de
crisis en los años 70, que gracias al grupo joven de la hermandad fue
recuperándose en años posteriores.
Gracias a la profunda renovación efectuada en la cofradía se encargó un nuevo paso procesional, en talla de caoba, realizado en Baza por los hijos del maestro Esteban Jiménez. Fue estrenado en 1986, año en que se crea el cuerpo de costaleros a manos de N.H.D. Juan de Dios Carrillo Badillo, dos años más tarde se reforma la capilla que da cobijo a la imagen durante todo el año en la iglesia de Santiago.
En julio del año 1997, se comienza los trabajos de la primera restauración de la Sagrada imagen de "El Llavero", en el taller de restauración de Cambil y Trujillo, debido al mal estado de la estructura de la misma.
En 1999 el paso es vendido a la Hermandad del Nazareno de Dalías (Almería), y se firma con el taller de los Hermanos Caballero de Sevilla la realización de una parihuela y un nuevo paso procesional para Nuestro Padre Jesús Nazareno "El llavero" de estilo neobarroco en madera de Cedro Real dorado en pan de oro.
Hasta el
año 2001 no se procede a iniciar la fase de talla del paso de Nuestro Padre
Jesús Nazareno "El Llavero", en año 2008 se inicia la fase de dorado,
siendo dorado también por los Hermanos Caballero.
El 4 de Diciembre de 2004 se bendice la titular mariana de la cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación, Madre De la Iglesia. Aunque desde antaño ya existía la advocación de Consolación, nada tiene que ver con la advocación de la actual talla mariana, pues este se debe en honor a una joven adolescente, con este nombre, que fue llamada por el Señor a una temprana edad. El autor de la misma fue el accitano e imaginero don Ángel Torcuato Asenjo Fenoy. En la ceremonia de bendición danzaron los Seises de la S.A.I. Catedral de Guadix. Recordar que en esta parroquia tuvo su sede la Cofradía de Gloria de Nuestra Señora de la Consolación fundada en el siglo XVIII, por escisión de la existente en el Convento de San Agustín.
Además
del Jueves Santo, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno se procesiona en
Vía Crucis el domingo inmediato al día de la Santa Cruz, este acto se abandonó
y tras largos años fue retomado por la Hermandad en el año 2009. El recorrido
se realiza por la parte alta del barrio de Santiago: Carrera de las Cruces,
Rambla de Pina, Gloria Bovedilla y calle Santiago. En cada estación del Vía Crucis se ponía una cruz, permaneciendo algunas de ellas hasta nuestros días.
La Hermandad realizó una salida Extraordinaria el 17 de Octubre de 2010, dentro de los actos conmemorativos del II Centenario de los sucesos acaecidos en la invasión francesa.
En 2017
se decide realizar una segunda restauración en profundidad de la talla "El
Llavero" debido al deterioro de la misma, realizada por el escultor
e imaginero sevillano don Mariano Sánchez del Pino.
En este
mismo año se realiza una completa renovación de la capilla donde se encuentran
los sagrados titulares, dejando en el centro la portentosa imagen de Jesús
Nazareno, en el lado derecho se coloca a Nuestra Señora de la Consolación,
Madre de la Iglesia. Se continua con el revestimiento en mármol de la misma,
enmarcándose los ángeles pasionarios que procesionan en las esquinas superiores
del canasto desde el año 2019, imágenes donadas por una familia de hermanos.
El 4 de
Febrero de 2020 se compra en propiedad los terrenos donde se encuentra situada
nuestra Casa de Hermandad haciéndose un punto y seguido de tal importante
proyecto.